Sheila & Edgar

Ellos saben captar los momentos que, pasados un tiempo, te emocionas al volver a verlos. Te hacen sentir muy cómodos (y mira que a mi marido y a mí nos cuesta esto de las fotos). Los invitados de la boda quedaron encantados con ellos y con su trabajo.

¡Y si hablamos de ellos como personas, la cosa no cambia! Son muy muy majos, conectas con ellos desde el principio y te lo ponen muy fácil.

Sin duda alguna los volveríamos a escoger una y otra vez.